A la hora de preparar una receta, puede pasar que no todo salga como pensamos que debe salir, y pensar esto es parte de ello. Pero si crees que se te ha escapado algún detalle puede que te haya faltado solo precalentar el horno. Ya sea por olvido o incluso por que pienses de que no hace la diferencia, y que no hace falta, pero es un paso que no se puede ignorar.
Precalentar el horno, ya sea eléctrico o de gas, asegura que el calor irradie de manera constante y uniforme en su interior. Por lo tanto, la comida no toma más tiempo del necesario para hornearse, y no hay riesgo de que se dore, tueste, que un lado solo este gratinado, o asado.
La importancia de poner a precalentar el horno es necesario y lo vamos a notar en varias ocasiones, sobre todo cuando vayamos a hornear masas, como panes y pasteles. Realizar este proceso de precalentado del horno a la temperatura indicada garantiza que lo que vayamos a hornear, sufran el choque térmico necesario para su preparación y que, además, se produzca la fermentación de la masa.
De esta forma, el alimento comienza a hornearse tan pronto como es colocado dentro del horno, de modo que éste crezca y presente el aspecto ideal al término de la preparación. A falta del precalentamiento, por otro lado, aquel pastel, bizcocho hecho con tanto cariño puede terminar «solandose» – o sea, quedando duro.
Precalentar el horno antes de la preparación de carnes y otros alimentos
Para otras variedades de platos que vamos a meter al horno, incluyendo las carnes, este proceso nos asegura que la comida quede jugosa y cocida por dentro sin pasarse del punto que deseamos. En el caso de las carnes, si no precalentamos el horno, por ejemplo, difícilmente quedarán con la corteza dorada si el horno está frío al comienzo de la preparación.
Lo mismo ocurre con las verduras, ya que dejar el alimento a la temperatura óptima desde el principio garantiza que no se produzca pérdida de agua y termine en un proceso de cocción, que es el efecto opuesto al deseado, en este caso particular.
Para los cocineros distraídos o impacientes que la comida se cocine rápido, no está de más que recuerden: ¡que dejar el horno precalentando a la temperatura máxima tampoco es recomendable! Recuerda que cada receta requiere que los alimentos se cocinen “horneen” a una temperatura específica.
Esta medida también evita que, como está a una temperatura elevado, y por el olvido, dejes que la comida se hornee a una temperatura muy superior a la indicada.